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Creo que muchas personas se harán esta pregunta: cuando siento dolor en el tendón de Aquiles mientras corro, ¿debería dejar de correr?

Como corredor apasionado, lo último que quieres es dejar de entrenar por una molestia persistente en el tendón de Aquiles. Pero ¿deberías seguir corriendo a pesar del dolor o deberías tomarte un descanso?

En resumen, sí, puedes seguir corriendo con tendinitis de Aquiles, pero si debes continuar corriendo depende de la gravedad de la lesión y de cuán cuidadoso seas con tu recuperación y tu forma de correr.

¿Por qué me duele el tendón de Aquiles cuando corro?

El dolor de Aquiles al correr es un problema común que experimentan muchos atletas y corredores. Si eres corredor, quizá te suene la pregunta "¿Por qué me duele el Aquiles al correr?". Ese dolor persistente en la parte posterior del tobillo puede desestabilizar a cualquier corredor.

5 causas del dolor de Aquiles al correr:

Causa n.° 1: uso excesivo o estrés repetitivo

La presión constante sobre el tendón al correr, especialmente en superficies duras, puede provocar lesiones por uso excesivo.

Causa n.° 2: Músculos de la pantorrilla tensos

Si sus pantorrillas están tensas o débiles, tensan más el tendón de Aquiles durante cada paso.

Causa #3: Calzado inadecuado

Usar zapatos que no tengan el soporte de arco o la amortiguación adecuados puede afectar su forma de correr y provocar problemas en el tendón de Aquiles.

Causa n.° 4: Calentamiento o enfriamiento inadecuado

No realizar un calentamiento adecuado antes de correr ni tampoco un estiramiento posterior puede provocar rigidez en el tendón de Aquiles.

Causa #5: Pies planos o arcos altos

Los tipos de pie que carecen del soporte de arco adecuado pueden ejercer presión adicional sobre el tendón de Aquiles, lo que aumenta el riesgo de lesiones.

¿Qué es la tendinitis de Aquiles?

El tendón de Aquiles es el más grande del cuerpo. Conecta los músculos de la pantorrilla (gastrocnemio y sóleo) con el calcáneo. El tendón de Aquiles es el principal tendón que impulsa el tobillo al caminar o correr.

La tendinitis aquílea se refiere a la irritación y rotura del tendón de Aquiles, la banda de tejido que conecta los músculos de la pantorrilla con el talón. La zona afectada puede hincharse y volverse sensible. El dolor suele aparecer en la mitad del tendón, pero en algunos casos, la molestia se siente justo donde el tendón se inserta en el hueso del talón; esto se conoce como tendinitis aquílea insercional.

Cómo reconocer la tendinitis aquílea y sus síntomas

Conocer los signos clásicos de la tendinitis aquílea te ayudará a determinar si esta es la causa de tu dolor. Presta atención a estos síntomas comunes:

Dolor y rigidez en la parte posterior del tobillo, especialmente después de correr u otra actividad. Este dolor puede empeorar a lo largo del día.

Rigidez matutina que puede disminuir ligeramente con el movimiento.

Sensibilidad, hinchazón o sensación de calor alrededor del tendón.

Sensaciones ocasionales de crujidos o chasquidos al mover el tobillo.

Si experimenta estos síntomas, consulte a un profesional. Aunque estos signos apuntan a una tendinitis aquílea, un diagnóstico adecuado ayuda a descartar otras posibles lesiones y garantiza que reciba el tratamiento adecuado.

¿Cómo puedo evitar que me duela el tendón de Aquiles al correr?

La tendinitis aquílea suele estar causada por el uso excesivo, lo que significa que seguir corriendo suele empeorar el dolor. Esta afección se origina por la tensión y el esfuerzo repetidos sobre el tendón a lo largo del tiempo. Por ello, muchas personas sienten la necesidad de suspender toda actividad física en cuanto aparecen los síntomas. Sin embargo, no siempre es necesario el reposo absoluto; muchos casos pueden controlarse con la atención adecuada, modificaciones en la actividad y un tratamiento específico.

Si el dolor del tendón de Aquiles es manejable, seguir corriendo durante la recuperación podría ser una opción, siempre y cuando seas extremadamente precavido. Comienza con una rutina de calentamiento más enfocada. Los estiramientos suaves y la aplicación de agua tibia en el tendón pueden ayudar a relajar la zona y prepararla para la actividad. Después de correr, usa hielo para reducir la hinchazón o la inflamación. Para favorecer la recuperación, acostúmbrate a aplicar compresas tibias y a usar un rodillo de espuma suave en el tendón de Aquiles por la mañana y por la noche. Estos sencillos pasos pueden ayudarte a proteger tus tendones y a mantenerte activo durante la recuperación.

Al correr con tendinitis aquílea, dos precauciones importantes pueden marcar la diferencia. Primero, controla tu ritmo: evita esforzarte demasiado. Mantener una velocidad más lenta y controlada ayuda a prevenir una tensión adicional en el tendón. Segundo, considera usar una plantilla ortopédica de soporte. Las plantillas para correr PCSsole están diseñadas para ofrecer un soporte fiable para el arco y absorción de impactos, lo que ayuda a reducir la tensión en el tendón de Aquiles durante la actividad. Con la plantilla adecuada y un enfoque consciente, es posible mantenerse activo sin empeorar la condición.

Si el dolor del tendón de Aquiles se intensifica al correr o no mejora después de unas semanas de actividad continua, quizás sea momento de hacer una pausa y consultar a un médico. Es especialmente importante dejar de correr si el dolor es agudo o persistente, o si le resulta difícil levantar los dedos del pie del suelo mientras está sentado debido a la rigidez o molestias en el tendón. Seguir así puede empeorar significativamente la lesión y retrasar la recuperación. Tomar un descanso ahora puede ayudar a prevenir una recaída a largo plazo.

Correr con tendinitis aquílea puede ser seguro si las molestias son manejables y se siguen las medidas adecuadas para proteger el tendón. Prestar atención a tu cuerpo, empezar a correr con calma e incorporar técnicas de recuperación inteligentes puede ayudarte a mantenerte activo sin empeorar la lesión.

Las plantillas PCSsole están especialmente diseñadas para minimizar el riesgo de lesiones comunes al correr, como la tendinitis aquílea. Para quienes ya experimentan dolor, el soporte adicional de nuestras plantillas puede marcar una gran diferencia en la comodidad y la recuperación. Descubre la plantilla PCSsole ideal para tus necesidades y vuelve a correr con menos dolor y más confianza.

¿Quién le dispara a Aquiles en el talón?

Una mañana temprano, con una mueca de dolor intenso en el tendón de Aquiles, el fundador murmuró: «Así que este es el legendario talón de Aquiles». Decidido, creó una marca de plantillas ( PCSsole ) para aliviar las molestias en los pies. Con una determinación renovada, se embarcó en la misión de brindar alivio, convirtiendo su dolor en un catalizador para el cambio. Inspirándonos en nuestra lucha contra el malestar y el dolor, junto con los profesionales del sector, nos propusimos crear plantillas que aliviaran estos problemas y empoderaran a las personas para vivir sus vidas al máximo.

El término «Talón de Aquiles» se refiere originalmente al talón de Aquiles, la única parte de su cuerpo que no se sumerge en las aguas del Estigia y se convierte en su única debilidad. Posteriormente, Aquiles murió al recibir una flecha envenenada en el tobillo durante la Guerra de Troya. Actualmente, se ha extendido para significar una debilidad fatal o un punto clave.

Aquiles es el hijo amado del héroe mortal Peleo y la diosa del mar Tetis. Para convertir a su hijo en una "campana de oro", Tetis lo sostuvo boca abajo y lo sumergió en el Estigia apenas nació. Desafortunadamente, el talón de Aquiles, pellizcado por su madre, se desprendió accidentalmente del agua, dejando el único "punto de muerte" en su cuerpo. Más tarde, Paris disparó a Aquiles en el tobillo y murió. Las generaciones posteriores suelen usar el "talón de Aquiles" para ilustrar la verdad de que incluso los héroes más poderosos tienen puntos débiles o debilidades fatales.